De corazones, apellidos, némesis, y universidades.

Prendiste la televisión la semana pasada y viste una noticia en específico que te causo odio y risa. En el pequeño aparato de tu cocina, viste como dos hombres corrían con una hielera que traía un corazón dentro y ellos, por quererse lucir frente a las cámaras, corrían tan disparejamente que la hielera terminó cediendo al meneo y el corazón se cayó y fue a parar al piso. Obviamente lo primero que pensaste fue "PERO QUE PENDEJOS", y la verdad, si. 

Más tarde te enteraste que ese corazón que fue a dar al suelo, como un bistec que accidentalmente se le cae al carnicero, fue transplantado con éxito, según los medios de comunicación.

Claro que, aparte de cagarte de la risa, pensaste que, vergüenza les debería de dar a esos idiotas, y luego terminaste con el típico "solo pasa esto en México". En fin.

Todavía te estás adaptando a la vida normal nuevamente, después de las vacaciones de invierno, y debes de ir a tu querida universidad. No. No quieres, sabes que está tan mal organizada que ir a ver que hay de nuevo simplemente te produce un dolor de cabeza. Bueno, saltémonos esta parte, ya que, al parecer, tu cerebro igual la borró.

En en transcurso de 2 semanas, tuviste que lidiar con 3 personas que de plano, por mas que les gritaste como es tu apellido, insistieron en escribirlo - y decirlo - mal. A pesar de que se los deletreaste nomás no entendieron, hasta que tu cara de bulldog rabioso los intimidó y por fin, después de 15 minutos de pendejez colectiva, le atinaron. Gracias.

Te diste cuenta que por una u otra razón, terminaste volviendo a esa chingadera del fb. Lo has eliminado varias veces, pero al final siempre regresas. Bien. Muy bien. 

Habiendo 112,336,538 (aprox.) habitantes en este país, al menos unos cuantos comparten estos acontecimientos ocurridos en el transcurso de 2 semanas.